Todos los lugares de trabajo, independientemente del tipo de empresa que se dirija, están plagados de riesgo laboral. Se trata de riesgos y peligros en el lugar de trabajo que tienen el potencial de causar lesiones, enfermedades o incluso la muerte si no se descubren y se abordan adecuadamente. En términos generales, la prevencion de riesgos laborales se clasifican en seis categorías:

  • Riesgos de seguridad
  • Peligros químicos
  • Peligros biológicos
  • Peligros físicos
  • Riesgos ergonómicos
  • Riesgos psicosociales

El tipo de riesgos presentes en cada entorno depende en gran medida del tipo de trabajo que realicen los empleados. Los riesgos biológicos, por ejemplo, son frecuentes en hospitales, clínicas, laboratorios y otras profesiones médicas. Los riesgos ergonómicos son típicos de los empleados de oficina que permanecen sentados detrás de un escritorio durante horas. Los riesgos químicos se pueden encontrar en una fábrica o en un trabajo industrial similar.

Proteger la salud y la seguridad de los trabajadores es crucial para el éxito de una empresa. Como empresario, su trabajo consiste en identificar los peligros asociados a su lugar de trabajo, evaluarlos, priorizarlos y, por último, aplicar medidas de seguridad en el lugar de trabajo para prevenir o mitigar esos peligros. La gestión de la salud y la seguridad es la piedra angular de un buen entorno de trabajo.

Identificación de los riesgos laborales

El primer paso en la gestión de riesgos es identificar los peligros en el lugar de trabajo. Estos pueden pertenecer a cualquiera de las seis categorías enumeradas anteriormente. De hecho, muchos lugares de trabajo se enfrentan a más de un grupo de riesgos.

Las tres preguntas principales que debe hacerse al identificar (y evaluar) los riesgos laborales son

¿Qué puede ocurrir?
¿Qué probabilidad hay de que ocurra?
¿Cuáles son las consecuencias de que ocurra?
Aunque ningún lugar de trabajo es igual a otro, hay un proceso paso a paso que puede seguir para asegurarse de que cubre todas las bases cuando se trata de riesgos laborales.

Recopilación de la información existente

Al principio del proceso de evaluación, reúna toda la información posible sobre los riesgos potenciales en su lugar de trabajo. Para ello, puede utilizar fuentes externas e internas.

Las fuentes internas serían los manuales de funcionamiento de los equipos, los informes de inspección, los registros de lesiones, enfermedades o muertes anteriores, los registros de indemnizaciones de los trabajadores, cualquier lesión o enfermedad que se produzca con frecuencia, los informes de análisis de la seguridad en el trabajo, las aportaciones de los trabajadores, etc.

Las fuentes externas son la información procedente de organizaciones como el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (NIOSH), el Centro de Control de Enfermedades (CDC), los sindicatos, las asociaciones comerciales y los consultores de seguridad y salud.

Todo ello le ayudará a averiguar a qué peligros se enfrenta y a qué peligros podrían estar expuestos los trabajadores como parte de las evaluaciones de la exposición.

Inspección del lugar de trabajo

La inspección de su lugar de trabajo no debe ser algo que ocurra una vez en la vida, sino que debe realizarse con regularidad y a intervalos relativamente frecuentes. Los peligros aparecen y desaparecen con el tiempo: el equipo y las herramientas se desgastan y deben cambiarse, puede faltar mantenimiento en ciertas áreas, los procesos evolucionan, etc. La naturaleza del trabajo y de la empresa es que no están estancados, por lo que sus evaluaciones de riesgos también deben ser ágiles.

Cuando realice una inspección, asegúrese de elaborar un plan de antemano (un esquema de todo lo que debe comprobar y revisar) y registre los resultados. Inspeccione los equipos, las zonas de trabajo, las instalaciones (almacenes, depósitos), los vehículos, los puestos de trabajo y todo lo que sea rutinario y no rutinario.

Incluya a sus trabajadores en el proceso; hable con ellos. Si hay una escalera maltrecha que hay que arreglar, ellos lo saben. Si hay un cable eléctrico expuesto, podrán informarle para que pueda eliminar ese riesgo. Los trabajadores formados en la identificación y evaluación de riesgos son muy valiosos en este paso.

Identificación de riesgos para la salud

Una inspección del lugar de trabajo te da una buena idea de los riesgos de seguridad que acechan. Pero los peligros para la salud pueden ser más difíciles de descubrir.

Los riesgos para la salud en el trabajo que debe comprobar son los riesgos químicos (disolventes tóxicos, pinturas, polvo, adhesivos, etc.), los riesgos biológicos (enfermedades infecciosas, mohos, plantas o materiales animales tóxicos, etc.), los riesgos físicos (ruido excesivo, calor elevado, fuentes de radiación, etc.) y los riesgos ergonómicos (levantar objetos pesados, vibraciones, movimientos repetitivos, posturas incómodas, agacharse, etc.).

Si cree que necesita ayuda profesional para determinar los posibles riesgos para la salud en su lugar de trabajo, no dude en ponerse en contacto con una empresa de salud y seguridad especializada en la identificación de riesgos laborales. Es mejor pedir ayuda que arriesgarse a que uno de sus empleados se lesione, enferme o algo peor.

Investigaciones de incidentes

Un incidente en el lugar de trabajo -una lesión, una enfermedad e incluso una llamada cercana- es un claro indicador de que existe un peligro. Una investigación exhaustiva de estos incidentes (así como una documentación completa) indicará qué los causó y cómo pueden prevenirse en el futuro.

Disponer de un protocolo en caso de que se produzca un incidente es una buena estrategia. De este modo, no se pierde tiempo en decidir quién llevará a cabo la investigación, cuáles son las líneas de comunicación, qué suministros se necesitan y cómo deben ser los informes.

Al realizar evaluaciones de riesgo como éstas, no debe detenerse una vez que descubra una única razón por la que se produjo un incidente. Por ejemplo, el fallo de una pieza del equipo es una buena razón por la que puede haber ocurrido un cuasi accidente. Sin embargo, en lugar de conformarse con esta razón, debe preguntarse por qué ha fallado el equipo, si se ha mantenido correctamente o si ha superado su vida útil, y qué puede hacerse para reducir el nivel de riesgo.

Del mismo modo, si descubre que un incidente se produjo por un error humano -que un trabajador es el culpable-, haga preguntas adicionales: ¿tuvo el trabajador suficiente tiempo y las herramientas adecuadas para hacer su trabajo? ¿Recibió la formación adecuada? ¿Estaba bien supervisado?

Esta estimación detallada de los riesgos de un puesto de trabajo aumentará en gran medida la seguridad y la salud laboral en su lugar de trabajo.

No olvide las situaciones de emergencia y no rutinarias

Las emergencias y los trabajos no rutinarios, como el mantenimiento, las actividades de parada y otras tareas poco frecuentes, pueden dar lugar a toda una serie de nuevos riesgos para la seguridad y la salud. Durante la evaluación de riesgos, asegúrese de no omitir estas tareas irregulares.

Tenga en cuenta lo que ocurre en caso de incendio o emergencia por explosión, liberación de sustancias químicas o derrame de materiales, colapso estructural, desastres naturales, emergencias médicas e incluso violencia en el lugar de trabajo. Es crucial reducir el riesgo de lesiones en circunstancias de emergencia. Al mismo tiempo, revise sus protocolos para las paradas imprevistas y las actividades de puesta en marcha para un mayor análisis de los riesgos.

Evaluación de los riesgos laborales

Después de identificar cada uno de los peligros y riesgos a los que pueden estar expuestos sus empleados, es el momento de evaluarlos y priorizarlos.

Evalúe cada peligro en función de la gravedad de sus posibles resultados, la probabilidad de que provoque un incidente y el número de trabajadores expuestos a él. Hasta que se le ocurran medidas de protección permanentes, utilice medidas de control temporales que reduzcan inmediatamente el riesgo, hasta cierto punto. (Por ejemplo, hacer obligatorio el uso de equipos de protección personal para todos los empleados expuestos al riesgo).

A la hora de priorizar los riesgos, los más importantes (relacionados con los peligros más graves) deben ser la principal preocupación. Sin embargo, no se puede descuidar ninguno de los riesgos evaluados. Los empresarios deben vigilar todos los riesgos y proteger a sus trabajadores en la medida de lo posible.

Conclusión de la prevención de riesgos laborales

La evaluación de los riesgos laborales es una tarea difícil que requiere comprender lo que constituye un riesgo o un peligro, así como el complicado y largo proceso de identificar todos los peligros (o tantos como sea posible) en su lugar de trabajo. A la identificación le sigue una evaluación exhaustiva y, por último, la priorización, de modo que se tenga una idea clara de dónde asignar la mayor parte de los recursos para el control de los riesgos. Clasificar los resultados en función de la importancia del riesgo es un componente clave de la gestión de riesgos.

Al identificar los riesgos, sea meticuloso y metódico. Haga listas, elabore planes y no deje ninguna piedra sin remover. Comuníquese con los empleados. Su salud y seguridad laboral están en juego, y deben ser informados e incluso incluidos en la mitigación de los riesgos.

No podemos dejar de insistir en la importancia de abarcar todo el proceso de trabajo, desde las tareas más mundanas hasta las que se realizan una vez al año o incluso con menos frecuencia. Un programa de seguridad y salud fiable no deja lugar a las sorpresas.

Dado que la gestión de riesgos es una tarea tan exigente, si cree que necesita ayuda en el proceso, no dude en ponerse en contacto con nosotros. Nuestra empresa está especializada en el cumplimiento de las normas de salud y seguridad, garantizando que los empleados estén protegidos y que los empresarios no tengan que preocuparse por identificar y evaluar los riesgos. Traducido con www.DeepL.com/Translator (versión gratuita)